Un solo mapa, un solo equipo: una mañana con Dat’s Why
Hace unos días tuve la oportunidad de acompañar al equipo de Dat’s Why en una sesión de integración y trabajo en equipo. Nos reunimos en el sur de la Ciudad de México, en un espacio relajado, para hacer algo que suena sencillo, pero que pocas veces se hace con intención: detenerse a mirarse como equipo.
En Dat’s Why conviven perfiles muy distintos: personas de operación que capturan datos todos los días, especialistas en analítica, desarrolladores, gente de marketing y liderazgo. Todos mirando el mundo desde los datos, las rutas, los mapas y el comportamiento de las personas. Mi invitación fue otra: por unas horas, mirar no solo los datos “afuera”, sino lo que pasa adentro del equipo.
De grupo a equipo: las 5 C
Partimos de una idea simple:
Los integrantes de un grupo se convierten en equipo cuando deciden coordinar sus talentos y esfuerzos hacia un mismo objetivo.
Para ordenar la conversación, trabajamos con las 5 C que sostienen a cualquier equipo sano:
Coordinación
Compromiso
Confianza
Colaboración
Comunicación
No se trata de conceptos abstractos. Se viven en cosas tan concretas como:
Avisar a tiempo cuando algo no saldrá como se esperaba.
Hacer una pregunta incómoda con respeto.
Reconocer el trabajo de alguien de otra área.
Compartir información que puede ayudar a otro a tomar una mejor decisión.
A través de dinámicas, conversaciones y algunos retos en equipo, el grupo fue identificando qué ya está presente en Dat’s Why y qué aún puede fortalecerse.
Lo que pasa cuando competimos entre nosotros
Uno de los momentos centrales de la sesión fue un juego de decisiones en equipo, con un diseño muy sencillo: si cada grupo pensaba solo en “ganar” para sí, el resultado global empeoraba.
No fue un experimento teórico. En cuestión de minutos aparecieron conductas conocidas: proteger información, decidir rápido sin preguntar, buscar optimizar el resultado de “mi equipo” sin ver el impacto en el resto.
Al final, al revelar los resultados, el mensaje fue claro:
Cuando cada área compite contra las demás, Dat’s Why pierde.
Lo mismo que pasa en muchas empresas: marketing contra ventas, operaciones contra comercial, tecnología contra negocio. Equipos llenos de talento, pero jalando en direcciones distintas.
Lo que se vuelve posible cuando elegimos colaborar
En el siguiente ejercicio ajustamos la mirada: ¿qué ocurre si compartimos mejor la información?, ¿si asumimos que el éxito de uno puede impulsar el de todos?
Cuando los grupos empezaron a coordinarse, a hacer preguntas y a tomar decisiones pensando en el resultado global, el desempeño colectivo mejoró de inmediato. Cambió el tono de las conversaciones, cambió el ambiente de la sala.
Lo mismo ocurre en el trabajo de todos los días:
Cuando una persona de datos ayuda a alguien de ventas a entender mejor un insight.
Cuando alguien de operación levanta la mano y comparte una mejora que ve en un proceso.
Cuando el liderazgo cuida la congruencia entre lo que dice y lo que hace.
Ahí es donde la confianza y el compromiso dejan de ser palabras bonitas y se vuelven comportamientos concretos.
Historias, reconocimiento y compromisos
No todo fueron juegos. También hubo momentos de conversación profunda.
Cada participante tuvo la oportunidad de compartir un poco de su historia, de reconocer a compañeros que hicieron la diferencia este año y de escribir un compromiso personal para 2025. No un gran discurso, sino una frase sencilla:
“En 2025 me comprometo a ___ para que Dat’s Why sea un mejor lugar para trabajar y decidir con datos”.
Estos pequeños actos de reconocimiento y compromiso son los que, repetidos en el tiempo, van construyendo la cultura de un equipo.
Un equipo comprometido que colabora mueve montañas
Me quedo con tres cosas de esta mañana con Dat’s Why:
El talento está ahí. La mezcla de perfiles y capacidades es impresionante.
La disposición también. Hubo apertura, humor, participación genuina.
El reto ahora es sostenerlo. Llevar lo vivido en la sesión a las reuniones, a los proyectos y a las decisiones del día a día.
Como suelo decir, parafraseando a Maslow:
En un equipo y su desarrollo, lo que puede ser, debe ser.
Gracias, Hernando, por la confianza, y gracias a todo el equipo de Dat’s Why por regalarse este espacio en pleno cierre de año.